jueves, 4 de junio de 2009

Despues del Capitalismo

Capítulo 1

LA CRISIS DEL CAPITALISMO GLOBAL Y LAS DEPRESIONES ECONÓMICAS

“No deberíamos olvidar ni siquiera por un instante que el total de este mundo animado es una gran familia unida, en la que la naturaleza no ha asignado ninguna propiedad a ningún individuo en particular... Cuando toda la propiedad de este Universo ha sido heredada por todas las criaturas, ¿cómo puede haber alguna justificación para un sistema en el que unos obtienen una riqueza excesiva, mientras que otros mueren por falta de un puñado de granos?” – P. R. Sarkar1

El capitalismo global ha cambiado mucho desde su inicio, pero aún así continúa basándose en el lucro, el egoísmo y la codicia, excluyendo a mucha gente y beneficiando a unos pocos. Hoy, cerca de la mitad de la población mundial vive, sufre y muere en la miseria.

Debido a sus contradicciones inherentes, la economía global está destinada a desplomarse estrepitosamente causando una gran depresión. Para entender las razones, es importante explorar la manera cómo el capitalismo ha evolucionado e identificar la naturaleza de sus defectos más críticos. Esto nos ayudará a entender cómo prepararnos mejor para el futuro, un futuro después del capitalismo.

Del colonialismo a la independencia política

La primera vez que Cristóbal Colón llegó a las Bahamas en 1492, se encontró con los Arawakos, un pueblo que vivía en aldeas comunitarias , tenían un desarrollado sistema de cultivos de maíz, ñame y mandioca (yuca), y era extraordinariamente hospitalario y poseedor del espíritu de compartir. Colón y sus hombres tomaron a centenares de ellos como esclavos y los llevaron a España. Muchos murieron durante el viaje, debido al frío, y otros lo hicieron más tarde en cautiverio.

En expediciones posteriores, los hombres de Colón asesinaron brutalmente a muchos indios en su desesperada búsqueda de oro para sí mismos y para reembolsar a los reyes españoles, quienes habían patrocinado los viajes. Se estima en 250.000 el número de indios Arawakos que vivían en Haití cuando Colón llegó. Estos esclavos, trabajaron hasta la muerte en las minas y, tiempo después, en enormes plantaciones agrícolas. En sólo dos décadas la población indígena se había reducido a 50.000 personas. En 1550 quedaban solamente 500, y un informe de 1650 indicaba que no existía en la isla ningún nativo Arawako o descendiente suyo.2

Una insaciable codicia por el oro, la plata, las tierras y otras riquezas, propulsó a los españoles y portugueses a invadir prácticamente cada rincón de Centro y Sur América, esclavizando y masacrando a los pobladores indígenas. Los ingleses, franceses y holandeses siguieron el ejemplo en otros continentes. Las colonias les suministraban una enorme riqueza en recursos naturales.3

Adam Smith, el primer teórico del capitalismo, analizó el enriquecimiento de las naciones colonizadoras en su principal libro Investigación de La Riqueza de las Naciones. Él afirmó que los individuos con capacidad de crear riqueza deberían hacerlo para el beneficio de toda la población, siempre que el gobierno no se lo impidiese. Más adelante esto se conocería como el ‘Laissez faire’, una teoría que sugería que los gobiernos no intervinieran para restringir la máxima acumulación de riquezas por parte de los capitalistas.

Con la revolución industrial, las colonias fueron convertidas en mercados receptores, viéndose forzadas a comprar los productos elaborados por los colonizadores con las materias primas provenientes de las tierras colonizadas. Por ejemplo, India era llamada “la joya de la corona” del imperio británico, por la enorme riqueza que le proporcionaba a sus colonizadores. Hasta el inicio del siglo XIX, India tenía una próspera industria textil que exportaba tejidos de algodón. Este comercio tradicional y las artesanías fueron destruidos cuando los ingleses promulgaron leyes prohibiendo las exportaciones, lo que forzó al pueblo de la India a tener que comprar telas manufacturadas en las fábricas de Manchester.4 Fue de este modo como los llamados países “desarrollados” lograron su progreso económico, no precisamente mediante el procesamiento de sus propios recursos.

No obstante, la conciencia de los pueblos cambió gradualmente. La esclavitud fue prohibida en todos los países desarrollados. Cuando los regímenes fascistas de Alemania, Japón e Italia invadieron otros países en el siglo XX, desatando así la Segunda Guerra Mundial, los pueblos del mundo pudieron ver y oír del conflicto gracias a los entonces avances fotográficos en los periódicos, así como en el cine y la radio. La carnicería de la guerra, que mató a millones, cambió de tal manera la opinión mundial que las palabras “imperio” y “colonialismo” adquirieron un cariz vergonzoso.

Muchos movimientos de liberación surgieron en casi todas las colonias y, a menos de una década de su victoria, los países aliados de Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Bélgica y Holanda, se vieron forzados a desprenderse de casi todas sus colonias. España y Portugal ya habían perdido las colonias en las Américas tiempo atrás.

El saqueo directo a otros países mediante el uso del poder militar comenzó a considerarse como algo de "mal gusto". Se les concedió a las antiguas colonias la libertad política, pero al mismo tiempo los países ricos continuaron buscando métodos más sutiles que les permitieran seguir controlando las economías de las ex-colonias.

La economía de la guerra fría

Los consejeros económicos de los países aliados se reunieron en Bretton Woods, New Hampshire, EE.UU., hacia finales de la Segunda Guerra Mundial, en 1944, para discutir cómo podrían continuar haciendo crecer sus intereses comerciales en un mundo post-colonialista. Cada gobierno aceptó regular su moneda de acuerdo con la convertibilidad del dólar norteamericano por el oro. Ésta y muchas otras normas hicieron de los Estados Unidos el banquero mundial. El sistema fue enormemente ventajoso para los Estados Unidos en los años 50 y 60, al facilitar a las empresas estadounidenses el hacer enormes inversiones en el exterior.5

La guerra fría de los Estados Unidos y sus aliados contra los países comunistas, se llevó a cabo en gran parte para mantener su predominio sobre las naciones más pobres y prevenir así que los socialistas tomaran posesión del poder y pudieran controlar las fuentes de materia prima. Por ejemplo, en 1973 el presidente de Chile Salvador Allende, elegido democráticamente, nacionalizó las enormes minas cupríferas de la compañía norteamericana Anaconda. Poco después, un brutal golpe militar encabezado por el general Augusto Pinochet asesinó al presidente Allende y a miles de sus seguidores al derrocar violentamente su gobierno popular. El periódico The New York Times reveló tiempo después que las atrocidades del golpe militar fueron alentadas y financiadas por la CIA (la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos).6

Por toda América Latina, África y Asia, se desestabilizaron gobiernos populares y apoyaron en cambio dictaduras militares que “ofrecían estabilidad” y condiciones favorables para la comunidad financiera internacional. Los disidentes, activistas, periodistas, profesores y sacerdotes que se quejaban eran catalogados de “comunistas”. Fueron sistemáticamente aplicados el terror, la tortura y los asesinatos contra quienes reclamaron el respeto a los derechos humanos, lucharon contra la injusticia y buscaron la auto-determinación económica.
El dominio creciente de las empresas multinacionales

Durante los últimos 150 años, los capitalistas han utilizado varios métodos y estrategias para hacer de sus empresas los entes más ricos y poderosos del planeta. Por ejemplo, la enmienda 14 de la constitución de Estados Unidos le dio igualdad de derechos a los negros al terminar la esclavitud. En un párrafo ésta dice “...tampoco deberá ningún Estado privar a ninguna persona de la vida, la libertad y la propiedad, sin el debido proceso legal...” Valiéndose de este precedente, algunos abogados norteamericanos han argumentado que los jueces deben reconocer a las corporaciones como “personas”.

Esta extraña interpretación ha sido enormemente ventajosa para las empresas, protegiéndolas de ser intervenidas y clausuradas por el estado. Además, exonera de toda responsabilidad económica o moral a los propietarios en el caso de que la empresa quiebre o sea condenada por daños al medio ambiente. Si la compañía se declara en quiebra, haciendo que todos los empleados pierdan de repente sus puestos de trabajo y todos los beneficios adquiridos, el director, que pudo haber ganado millones de dólares hasta el final, no está en la obligación de pagarles ningún dinero.

La habilidad de conducir campañas publicitarias a gran escala constituye una enorme ventaja de las grandes compañías sobre sus competidores más pequeños. Las corporaciones multinacionales gastaron 267.000 millones de dólares en publicidad en 2006.7 Se llevan a cabo estudios científicos para desarrollar métodos manipulativos que crean en la gente necesidades artificiales.

Coca-Cola, el más grande productor de refrescos del mundo, ha sido indudablemente eficiente en su publicidad. Desde que comenzó la compañía, en 1886, su principal producto ha sido una bebida claramente nada saludable, cargada de azúcar y con contenidos de cafeína y ácido fosfórico. Sin embargo, a través de una agresiva publicidad de su logotipo y nombre, Coca-Cola ha logrado convencer a la mayoría de las personas que esta bebida calma la sed mejor que el agua, al tiempo que produce una sensación de felicidad. Además de patrocinar los juegos olímpicos, la copa mundial de fútbol y equipos deportivos, Coca-Cola tiene también contratos multimillonarios con Columbia Pictures, Universal Studios y productores de las muy populares telenovelas brasileñas, para que los protagonistas den golpes de imagen bebiendo Coca-Cola durante sus actuaciones.

La concentración de poder y dinero de las corporaciones

Las corporaciones también usan una “contabilidad ingeniosa” para elevar el valor de sus acciones y reducir los impuestos. Por ejemplo, los contadores de Inversiones Rupert Murdoch Newscorp, de Inglaterra, fueron tan hábiles que la compañía no pagó impuestos de ganancia líquida entre 1987 y 1998, ¡a pesar de haber admitido ahora una ganancia de 1.400 millones de libras esterlinas durante ese período!8

En diciembre de 2001 la multinacional Enron, una compañía de finanzas y comercio de energía, registró el caso de bancarrota más grande de la historia, con activos valorados en 62.800 millones de dólares. William Larach, un abogado de los accionistas que demandaron a Enron, dijo que 29 altos ejecutivos y directores vendieron acciones por un valor cercano a los 1.100 millones de dólares en un período en el que, según él, “admitieron que habían inflado en 600 millones de dólares el informe de ganancias de Enron y el patrimonio líquido de la compañía en 1.100 millones de dólares”. Criticando esta contabilidad él dijo que “Esos libros fueron alterados por altos ejecutivos que pusieron en sus bolsillos cientos de millones de dólares, mientras que los empleados de Enron fueron perjudicados y otros miles de inversores perdieron miles de millones de dólares”.9

Pocos meses después Worldcom Inc., una compañía de servicios de llamadas a larga distancia e internet, en rápida expansión, con activos valorados en 103.900 millones de dólares, se declaró en bancarrota, rompiendo el récord anterior establecido por Enron. La compañía fue obligada a cerrar después de que sus directores admitieron haber declarado falsamente una ganancia de 3.300 millones de dólares, seguido por el anuncio de que en Agosto 8 de 2002 otros 3.800 millones de dólares habían sido falsamente declarados. Como respuesta a esta advertencia, el Fiscal General de EE.UU. John Ashcroft dijo en una rueda de prensa que “Los ejecutivos corruptos de una corporación no son mejores que los ladrones comunes, cuando traicionan a los empleados e inversores”.10

La tendencia a monopolizar, destruir o comprar empresas competidoras para fijar precios secreta o informalmente con otros negocios, ha hecho que las corporaciones sean ocasionalmente objeto de demandas antimonopolio. Su estrategia ha sido la de dilatar el caso hasta la elección de un gobierno que les sea más favorable (por lo que, para ganar simpatías, ¡donan masivamente a las campañas políticas de ambos partidos!. Como admitió un abogado de IBM, que aprendió desde el inicio de su carrera que “podía encargarse del caso más sencillo de antimonopolio y defenderlo prolongándolo casi hasta el infinito”.11 Incluso después de que la corporación Microsoft perdiera en los tribunales su caso antimonopolio, pudo lograr un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

La liberalización en Estados Unidos durante las dos últimas décadas ha resultado en muchas más fusiones y compras en las que las corporaciones compran o absorben a las empresas competidoras. Cuando en 1988 el director de RJR Nabisco estaba planeando la más grande adquisición hasta entonces conocida, temía que no hubiese fondos suficientes en el mundo para su financiación. “Iré arrastrándome en cuatro patas... ¡hasta conseguir 17.000 millones de dólares!”12 Hoy, el mundo está saturado con capital especulativo que se usa para las fusiones, en parte porque mucho dinero proveniente de las pensiones ha sido puesto en fondos mutuos y fondos de gestion alternativa, y en parte porque la oferta de dinero ha crecido a ritmos alarmantes debido a la tremenda concesión de créditos. ¡En 2006, las fusiones y compras totalizaron 2.2 billones de dólares en el mundo!13

Una competencia increíblemente intensa por rápidos dividendos cada trimestre ha producido corporaciones anónimas que no tienen ningún respeto por los derechos de los trabajadores o el medio ambiente. En la mayoría de las corporaciones un gran número de trabajadores es despedido después de las fusiones para hacer las compañías más rentables.

Estos ejemplos, junto con muchos otros, demuestran claramente que el poder y la riqueza están siendo cada vez más concentrados en pocas manos. La afirmación capitalista de que las fuerzas del mercado al estar libres de trabas redundarán en beneficio de todos, es evidentemente una gran mentira.

A pesar de la riqueza y el poder que ostentan actualmente, las corporaciones multinacionales dependen mucho del ejército y del poder económico de los estados para acrecentar sus intereses. Se le ofrece ayuda militar y económica a los regímenes favorables a las inversiones extranjeras. Las corporaciones multinacionales están ahora presionando a sus gobiernos para que logren más acuerdos comerciales a través de la Organización Mundial de Comercio (OMC), como ALCA (Acuerdo Libre de Comercio de las Américas). Con la pretensión de crear un “plan de competencia nivelado” dichos acuerdos son un método para eliminar todas las barreras arancelarias que sirven para proteger los sectores de la industria y la agricultura de cada país.

Edward Goldsmith, fundador y editor de la prestigiosa revista inglesa El Ecologista, señala lo absurdo que son tales acuerdos económicos de globalización: “Ellos destruyen las economías locales, lo que da lugar a una nueva colonización. ¡Si yo tuviera que enfrentarme al campeón mundial de pesos pesados Mike Tyson, no lo querría hacer en un plan de competencia nivelado! Yo necesitaría un ejército de guardaespaldas!”.14

Para presionar por este tipo de acuerdos, el gobierno de Estados Unidos envió en 1994 a más de 800 delegados a la última reunión en Uruguay del Acuerdo General de Tarifas y Comercio (en su sigla inglesa GATT, que después se convertiría en la Organización Mundial de Comercio - OMC).15 Por supuesto que dicho grupo de presión no fue elegido democráticamente para que reflejara una diversidad de opiniones; los 800 delegados eran ejecutivos y consultores de empresas que presionaban por acuerdos que hicieran ilegal la disminución de las ganancias de las corporaciones multinacionales norteamericanas, aunque ello fuera en perjuicio del medio ambiente.
El Ejemplo de Wal-Mart

En un vuelo internacional reciente, estaba sentado al lado de un hombre de negocios estadounidense. Él me habló del fenómeno de la cadena de negocios Wal-Mart. “Su estrategia es insidiosa. Ellos estudian el mapa y buscan lugares donde se cruzan dos carreteras de distintos municipios y observan si hay alrededor de cinco a ocho ciudades como mínimo dentro de un radio de 45 minutos en automóvil. En tal intersección, en medio del campo, el valor de la tierra es muy barato. Y al estar fuera del perímetro urbano, la compañía no tiene que pagar impuestos municipales para mantener las escuelas y otros servicios sociales

“La corporación entonces construye una tienda gigantesca con estacionamiento propio. Al igual que McDonald´s, contratan a docenas de jóvenes del lugar con salarios mínimos. Debido al enorme volumen de negocios, pueden abarrotar la tienda con todo tipo de productos a bajos precios. Y cuando inician actividades, llevan a la bancarrota a prácticamente todos los negocios familiares de ropa, droguerías, ferreterías, papelerías, etc., de las ciudades vecinas y que sirvieron a sus clientes y pagaron impuestos municipales durante décadas. Además de hacer perder sus empleos a muchos trabajadores calificados, los gobiernos municipales también pierden ingresos por recaudación de impuestos, lo que redunda en un perjuicio de la calidad de la educación.

“El fundador de la cadena, Sam Walton, recibió una medalla del presidente Ronald Reagan por haber creado tantos empleos. Pero, ¿quién contabiliza todos los empleos que la cadena de tiendas Wal-Mart ha quitado? Ahora bien, a las 4.000 tiendas que tienen en los Estados Unidos hay que agregar otras 3.000 que tienen en otros países. La viuda y los hijos de Walton poseen un patrimonio líquido estimado en 83.000 millones de dólares, ¡mucho más que Bill Gates! Yo soy un empresario. Creo en la libre empresa. Pero esto está destruyendo nuestra sociedad. ¡De alguna manera hay que frenarlos!”

La libre empresa es muy efectiva en los negocios pequeños, al estimular nuevas invenciones, innovaciones, ideas creativas y diversidad. Desafortunadamente, como lo demuestra el ejemplo de Wal-Mart, el capitalismo no tiene el mismo efecto en las empresas a gran escala. En lugar de reinvertir las ganancias en las comunidades locales, las grandes cadenas pagan dividendos a los accionistas, que generalmente viven lejos de las áreas afectadas y usan el dinero para obtener ganancias especulativas. Los libros de contabilidad no permiten mostrar cómo estas corporaciones multinacionales perjudican a los individuos y destruyen las economías locales.

Préstamos y lucro obtenido en los países en vías de desarrollo

Hasta 1971 cada dólar estadounidense estaba respaldado por una cantidad equivalente en oro de las reservas del gobierno federal. Sin embargo, en ese mismo año, el presidente Richard Nixon decidió acabar con esta tradición fiscal y empezó a imprimir muchos más dólares del valor equivalente al oro depositado. Los dólares estadounidenses comenzaron a inundar el mundo justamente cuando se disparaba el precio del petróleo. Las enormes ganancias derivadas del petróleo fueron depositadas en los bancos norteamericanos. Entonces dichas instituciones financieras buscaron desesperadamente dónde invertir las enormes cantidades de dinero y obtener réditos exorbitantes. De este modo, comenzaron a prestar miles de millones de dólares a los países en vías de desarrollo, que estaban controlados en su mayoría por oligarquías locales.

Siendo la corrupción un mal endémico en muchos de estos países deudores, los políticos y los grupos empresariales desviaron gran parte de estos recursos asignados para ser empleados en obras públicas. Por ejemplo, (los gobiernos) las dictaduras militares brasileños pidieron préstamos por miles de millones de dólares para construir autopistas y grandes embalses hidroeléctricos a costos extremadamente elevados. La prensa occidental alabó “el milagro económico” de Brasil, pero este programa dejó al país sumido bajo el peso de un enorme endeudamiento. Las tasas de interés subieron entonces en Estados Unidos a inicios de los años 80, precisamente cuando las elecciones democráticas fueron restablecidas en Brasil y en otros países latinoamericanos. Los intereses de la deuda comenzaron así a multiplicarse.

Cientos de miles de millones de dólares empezaron a fluir del hemisferio Sur al hemisferio Norte. Parte de ellos correspondían a la amortización de la deuda, que al final de los años 80 excedía el monto de los nuevos préstamos obtenidos. El resto era “capital fugado”, es decir, las ganancias que las clases ricas enviaban a los Estados Unidos para ser invertidas allá. Las economías latinoamericanas comenzaron a languidecer.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) fue creado durante el encuentro de Bretton Woods, en 1944, para suministrar a los países miembros recursos que les permitieran reducir en un breve tiempo el déficit en la balanza de pagos. El FMI es la única fuente de financiación que tienen los países altamente endeudados, como lo son la gran mayoría de los países más pobres del hemisferio Sur. Sin embargo, estos fondos se ponen a disposición sólo después de que el país receptor acepta hacer reformas en su política económica, lo cual es conocido como programa de ajuste estructural.

Los programas de ajuste estructural del FMI

Se prescriben fórmulas extremas de “austeridad” para atacar la inflación y estabilizar la moneda, tales como por ejemplo:

* Reducción de los gastos del estado mediante recortes en la nómina y las inversiones sociales, lo que conlleva despidos masivos y la introducción de impuestos o la privatización de la educación y la asistencia médica, con el consecuente aumento de los índices de analfabetismo, enfermedades y muerte.
* Aumento de las tasas de interés para combatir la inflación, lo que perjudica a los pequeños empresarios y agricultores que luchan para librarse de sus deudas. Esto hace que el país se vuelva más atractivo y rentable para los inversores extranjeros, que pueden retirar su dinero en cualquier momento.
* Eliminación o reducción de las tarifas arancelarias sobre las mercancías importadas, lo que le permite a las compañías multinacionales competir en pie de igualdades con las compañías nacionales, llevándolas a la quiebra.
* Eliminación de las leyes que prohiben a los extranjeros adquirir propiedades, tierras, recursos naturales y empresas, lo que permite a las corporaciones multinacionales abrir fábricas en los países más pobres, donde generalmente se les ofrece una zona de libre comercio, exoneradas de pagar impuestos y encuentran una mano de obra barata, forzando a los obreros a trabajar muchas veces en condiciones de semi-esclavitud.
* Eliminación de los subsidios a los productos básicos, con el fin de ahorrar dinero para el pago de la deuda, forzando así a los pobres a pagar más por los productos de primera necesidad para poder sobrevivir.
* Reorientación de la economía, desviándola del consumo interno para la subsistencia hacia la exportación, mediante incentivos a los agricultores para que produzcan cosechas comerciales con la finalidad de exportar, en lugar de estos cultivos usarlos en el consumo interno, además del estímulo a la exportación de las materias primas.

Éstos son los distintivos de las economías neoliberales de libre mercado. Las élites de un país a menudo se benefician con estas políticas. Debido a la facilidad de las remesas de capital ellas logran invertir sus ganancias en el exterior o en moneda extranjera.

Los programas de ajuste estructural son normalmente desastrosos para la población de un país. Los países ricos como los Estados Unidos nunca aceptarían que el FMI les gobernara. América Latina, Europa del Este, Rusia y África, sufrieron terriblemente bajo estas recetas estructurales del FMI. El Banco Mundial estimó recientemente que las medidas proteccionistas impuestas por los países ricos cuestan a los países pobres más del doble de la “ayuda” total que el Norte da al Sur.

De acuerdo con Oxfam Internacional, la “disciplina fiscal” impuesta a Filipinas incluía la reducción en un tercio del presupuesto destinado a la salud. Las partidas asignadas a la medicina preventiva y al tratamiento de la malaria y la tuberculosis fueron reducidas en un 27% y 36% respectivamente, y los programas de inmunización en un 26%. Basándose en las estadísticas del Ministerio de Salud Filipino, Oxfam estima que las reducidas partidas para la medicina preventiva y los programas de tratamiento, aumentarán cada año en 29.000 el número de muertes por malaria y en 90.000 los casos de tuberculosis sin atención médica.”16

Esta tendencia se repite en cada país. Juan de Dias Parra, director de la Asociación para los Derechos Humanos en América Latina, dijo en un encuentro en Quito, Ecuador, que “En América Latina existen hoy 70 millones más de personas hambrientas, 30 millones más de analfabetos, 10 millones más de familias sin casa, 40 millones más de desempleados de cuantos había hace veinte años. Hay 240 millones de seres humanos en América Latina que viven privados de las necesidades básicas de la vida, aun cuando la región es ahora más rica y estable que nunca, de acuerdo a como el mundo la ve”17

Llamamiento moral y precedente histórico para el repudio de la deuda

En 1998, el Papa Juan Pablo II, junto con docenas de ONGs, lanzó una campaña mundial llamada Jubileo 2000, con el objetivo de convencer a los países ricos de perdonar la deuda de los países más pobres con ocasión del nuevo milenio.

El economista brasileño Marcos Arruda explicó las razones detrás de la campaña mundial: “Uno de los argumentos es que todos los acreedores han establecido con los deudores relaciones basadas en el riesgo. Cada transacción mercantil conlleva un riesgo. La mayoría de la gente que corre el riesgo y pierde tiene que asumir las consecuencias. ¿Por qué no la comunidad internacional de acreedores con respecto a la deuda de los países pobres? Otro argumento es que a los países deudores se les debería permitir pagar según sus propios términos, según su capacidad de pago. Eso fue lo que se acordó entre Alemania y los países aliados al terminar la Segunda Guerra Mundial.”18

Estados Unidos y el Banco Mundial han ignorado sistemáticamente este llamamiento porque incluso si nadie cree que países más pobres como Mozambique, sean capaces de pagar algún día la deuda, los países ricos logran mantener el control económico sobre ellos a través de los programas de ajuste estructural del FMI.

Hasta ahora ningún país en el mundo ha repudiado su deuda. Ello se debe a la amenaza de embargo económico que pesa sobre cada país si llegara a rehusar el continuar pagando. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos publicó una lista de productos que les sería negado importar a los países morosos; ¡entre ellos se encuentra incluida la insulina para los diabéticos! Lo peor es que estas amenazas inhumanas son reales.

Existen precedentes legales para la cancelación de la deuda, incluso en Estados Unidos mismo. El propio gobierno de los Estados Unidos repudió su deuda nacional antes de la guerra civil de 1840. Al ser vencida en la guerra contra Estados Unidos, en 1898, España perdió su colonia Cuba y le exigió al recién liberado estado caribeño el pago de todo el dinero que había invertido en la isla. El gobierno de Estados Unidos, un aliado de Cuba en ese entonces, declaró al mundo que ésa era una “deuda odiosa” que nunca debería ser pagada.

Lo mismo ocurrió en Brasil, en 1931, cuando el presidente Getulio Vargas y su ministro de Economía Osvaldo Arahna anunciaron una moratoria en el pago de gran parte de la deuda que Brasil tenía con Inglaterra. Un auditor oficial había descubierto que más de la mitad de lo que Brasil le venía pagando a Inglaterra no figuraba en ningún contrato escrito! Brasil suspendió el pago de esa importante porción y continuó pagando sólo la cantidad que le pareció aceptable.19


Las depresiones económicas

Los bancos comerciales son actualmente acreedores de más del 75% de la deuda que poseen los países más altamente endeudados. Como consecuencia, existe la posibilidad real de que un país grande, o bien un grupo de países anuncian al unísono que no continuarán pagando la deuda, para que en pocos días la pérdida de confianza en los bancos internacionales desencadene una depresión económica.



Antes del desarrollo de la economía industrial moderna no existían depresiones económicas como tales. Las economías locales se basaban en el principio de “producir para la subsistencia” y tenían una orientación menos mercantilista. Ocurrieron desastres económicos, pero ellos se debieron a calamidades naturales, escasez, hambrunas o guerras. Sin embargo, en los últimos 150 años, las economías capitalistas han avanzado consistentemente a través de ciclos de prosperidad y penuria. Años de expansión industrial han sido seguidos por años de depresión. Estas depresiones no se deben a la escasez. Más bien se han caracterizado por un excedente de producción, sin que la gente tenga el dinero para adquirir.

El origen de las depresiones económicas radica en la inherente contradicción del capitalismo. Las empresas buscan maximizar sus ganancias y reducir los costos, al tiempo que tratan de mantener o expandir sus mercados. Por consiguiente, hay una presión constante para volverse más eficientes y disminuir el costo de la mano de obra. Cuando las ventas disminuyen, las empresas despiden a los trabajadores. Cuando el desempleo aumenta o el valor real de los salarios se contrae, la capacidad de compra de la gente disminuye, haciendo caer naturalmente las ventas de toda la industria.
De este modo, el capitalismo global constantemente corta la rama del árbol sobre la cual se apoya. Ya se ha demostrado plenamente que es un sistema extremadamente inestable, donde la exorbitante “burbuja” del capital especulativo revienta de vez en cuando en cada región, causando depresiones económicas que propagan el desempleo generalizado y el sufrimiento humano.

Jaroslav Vanek, profesor de economía de la universidad de Cornell, en Nueva York, sugirió que como el sine qua non del capitalismo es la maximización de las ganancias, la ecuación que define al sistema podría escribirse así:

ganancias = ingresos - mano de obra y otros gastos

Dado que el lucro es el objetivo principal de los empresarios capitalistas, estos se esfuerzan constantemente en reducir los costos de la manos de obra para aumentar sus ganancias. Esto los lleva naturalmente a la explotación de los trabajadores.20

Después del colapso de las economías “tigres” del sudeste asiático a finales de 1997, Oxfam Internacional informó que “la crisis que agobia ahora a los países del sudeste asiático puede compararse, en términos de su impacto destructivo, con la Gran Depresión de 1929. Lo que comenzó como una crisis financiera se convirtió en una crisis social y económica, con efectos desastrosos para el desarrollo humano. Los salarios han disminuido y el desempleo y subempleo han alcanzado niveles alarmantes. La situación de los pobres se ha agravado mucho más con el encarecimiento de los productos alimenticios y la merma en el gasto social”.21

P. R. Sarkar culpa la explotación capitalista como la causante de las depresiones. “En la esfera económica, las depresiones en los países capitalistas y comunistas son inevitables debido a esta estaticidad inherentes, intensiva e innata. Las depresiones económicas son en realidad el resultado neto de la supresión, la represión y la opresión, es decir, de la explotación. Cuando la explotación alcanza el punto máximo, la movilidad y la velocidad de la sociedad se vuelven prácticamente nulas. En tal escenario, es decir, en el punto culminante, tiene lugar una explosión natural ... Hoy, se ha llegado casi a ese escenario para que se produzca tal reacción severa... La depresión comenzará en la subdivisión industrial de la economía comercial, y tendrá consecuencias de amplio espectro desvastador para la humanidad”.22

Podemos entender por qué puede ocurrir una depresión de magnitudes globales cuando observamos la motivación que mueve a los grandes inversores. Para iniciar una empresa hay necesidad de capital y mucho trabajo. Hay que emplear y dirigir a muchas personas, y confrontar los problemas diarios que todo esto conlleva es una gran responsabilidad. Muchas empresas nuevas quiebran e incluso las que son prósperas generalmente no obtienen más del 10 ó 20% de ganancias en los cinco primeros años de operaciones.

Las personas muy adineradas tienen capital para invertir en nuevas empresas, pero muy pocas están interesadas en todo el trabajo que ello conlleva para obtener poca ganancia ,en cambio, prefieren apostar en aventuras que les le ofrezca la posibilidad rápidamente de jugosas ganancias, como son el mercado bursátil, el mercado de futuros, la propiedad inmobiliaria, el comercio de divisas, el mercado de derivados, etc. El problema es que estas inversiones especulativas generan muy pocos empleos y tienden a concentrar la riqueza en las manos de un número cada vez más reducido de individuos.

Las causas de las depresiones económicas

P: R: Sarkar explica que hay várias causas de las depresiones económicas. La primera es la enorme concentración de riqueza. Aunque la riqueza mundial está aumentando constantamente, la gente más rica del mundo está acumulando casi toda esta riqueza. Por ejemplo, a los presidentes ejecutivos de las corporaciones multinacionales se les paga salarios en la forma de opciones de compra de acciones, lo que la revista Fortuna describe como algo "atroz". En el año 2006 el presidente de Yahoo! devengó 174 millones de dólares. El presidente de Occidental Petroleum recibió 322 millones de dólares. La empresa de computadores Apple pagó a su presidente Steve Jobs 648 millones de dólares, ¡equivalentes a más de 30.000 veces el salario de un empleado nuevo de la compañía!23

La riqueza de las 52 personas más acaudaladas del mundo se duplicó en los últimos cuatro años en más de un billón de dólares.24 Esto equivale al ingreso anual combinado de la mitad de la población mundial, es decir, 3.000 millones de seres humanos.

Otra causa de las depresiones globales es el bloqueo en la circulación del dinero. La vasta mayoría de la riqueza en posesión de las personas más acaudaladas no se invierte de manera productiva. El dinero no se usa para iniciar nuevas empresas, pagar más empleados ni producir más mercancías. El dinero es acaparado. Cerca de 1.9 billones de dólares se barajan cada día en el gran casino de la especulación cuando los inversores apuestan en el mercado bursátil mundial para enriquecerse rápidamente.25 Los valores de las acciones representan una burbuja especulativa de increíbles proporciones, basados totalmente en la confianza de los inversores...una confianza mal colocada.

Es triste que más de la mitad de las familias estadounidenses tengan invertidos sus ahorros en las bolsas de valores y, a veces involuntariamente, a través de los programas de jubilación. Está fuera del alcance de la gente común arriesgarse a perder todos sus ahorros en una caída del siempre volátil mercado bursátil.

¿Qué importancia tienen para el resto del mundo las inversiones de estos super-ricos? ¡Mucha! La economía capitalista está hoy en día cada vez más interconectada y es más interdependiente. Si la bolsa de Nueva York comienza a caer, o si el precio del dólar cae, en pocos minutos las bolsas y las economías en otras partes del mundo comienzan también a caer.

La gran riqueza, cuando se concentra en las manos de unos y no circulando productivamente, causa la pérdida del poder adquisitivo de la gente. La economía de Estados Unidos es hoy la más poderosa del mundo, pero aún así, un total de 3,2 millones de empleos fabriles - uno de cada seis - ha desaparecido desde el año 2000.26 Más de dos millones de norte americanos quebraron en el año 2005.27

La pobreza y el sufrimiento están aumentando en nuestro planeta. América Latina tiene 560 millones de habitantes, pero casi la mitad de ellos, 250 millones, viven por debajo del límite de la pobreza. Un informe de UNICEF señaló que de cada dos habitantes del planeta, uno vive con menos de 2 dólares al día. De cada tres habitantes, uno no tiene acceso a electricidad... De cada cuatro, uno vive con menos de 1 dólar por día. De cada cinco, uno no tiene agua potable. De cada seis adultos, uno sufre de hambre.

Además de este terrible sufrimiento humano, el exceso de codicia del capitalismo está destruyendo el ambiente. En los últimos cincuenta años nuestro planeta ha perdido un tercio de sus bosques, un cuarto de la tierra de la superficie, y un quinto de la tierra cultivable. P. R. Sarkar predijo que la deforestación causaría en esta década una crisis global del agua.

Otro factor desestabilizante es la devaluación monetaria y la consecuente incapacidad de una moneda que sirva como factor de estabilidad económica. Esto se hace evidente en la economía actual, en la que el dólar y otras monedas no están más basadas en las reservas de oro o alguna otra riqueza real. Los gobiernos y las corporaciones imprimen más y más “dinero virtual” es decir, títulos de valores, bonos del gobierno, acciones y, especialmente, la concesión de créditos mediante el estímulo a los consumidores para que compren a crédito.

La nación deudora más grande del mundo son los Estados Unidos, con $8.9 billónes de deuda nacional. El gobierno constantemente emite nuevos bonos del Tesoro y notas para financiar la deuda, que hace que pida prestado $2 mil millones por día. En 2006, el déficit del presupuesto era de $406 mil millones.28 Se estima que 51 por ciento del presupuesto federal se consagra a los gastos militares actuales y del pasado.29 Su déficit de comercio es de $726 mil millones.30 Si por cualquier razón la confianza de los inversionistas del mundo en la economía más grande en la historia fallara, esta caería como una pila de cartas.

La crisis humana y financiera de la Argentina

Argentina fue una de las naciones más desarrolladas de América Latina, con la clase media más grande y educada de la región, una agricultura abundante y ricos recursos minerales e industriales. Con el fin de continuar pagando los intereses de su aplastante deuda externa de 132.000 millones de dólares, cuya gran parte se acumuló durante la dictadura militar de los años 70 y 80, el país siguió estrictamente los dictados del FMI. La venta de todas las empresas de servicios públicos e industrias estratégicas estatales, el recorte drástico de los salarios y los programas sociales, sumieron a la Argentina en una recesión económica que inició en 1997 y duró más de cinco años.
El resultado fue un desastre financiero y humano. Incluso después de la recuperación económica en 2003, cerca de 15 millones de personas, casi la mitad de la población, viven bajo el nível de la pobreza, con seis millones considerados en indigencia.31 Los salarios de los profesores y otros servidores públicos se pagaron a veces con meses de retraso. Las muchedumbres, frustradas y hambrientas, han comenzado a saquear supermercados para mitigar el hambre. Cuando el presidente Fernando de la Rúa declaró la ley marcial el 19 de Diciembre de 2001, cientos de activistas protestaron en las calles, a los que se unieron más tarde miles y, finalmente, millones de ciudadanos de clase pobre y media. La policía respondió violentamente masacrando a 35 personas y arrestando a 4.500. De la Rúa se vio forzado a renunciar y huyó del palacio presidencial en helicóptero.

El precio de las medicinas se disparó y desde que el ministerio de Salud redujera drásticamente su presupuesto, 300.000 diabéticos dependientes de la insulina se vieron repentinamente en peligro . Los pacientes de transplantes no tenían los medios para pagar los supresores inmunitarios, que cuestan hasta 2.000 dólares mensuales.32 Éstos son los costos sociales y humanos por seguir las fórmulas dictadas por el FMI. Esto es una depresión económica.

Las multinacionales son tan grandes y poderosas hoy en día que se hallan fuera de control. La codicia es una enfermedad mental, intrínseca al capitalismo global.

No obstante ello, los cuatro factores causantes de las depresiones no son inevitables. Una economía basada en cooperativas, diseñada para satisfacer las necesidades y las aspiraciones del pueblo puede evitar el fenómeno de las depresiones económicas. A veces podrá tener períodos de poco o ningún crecimiento económico, porque la pausa es un fenómeno natural. Pero una economía cooperativa puede adaptarse a los períodos de pausa económica de diversos modos. Si la producción supera la demanda, los índices de empleo pueden mantenerse reduciendo las horas de trabajo, en lugar de despedir a los trabajadores.

Es claro que el mundo necesita un sistema económico democrático, protector del medio ambiente y que ofrezca una mejor calidad de vida para todos.

CÓMO ENTENDER Y PREPARARSE PARA UNA DEPRESIÓN ECONÓMICA

Por Mark A. Friedman, alcalde de la ciudad de El Cerrito, en California, EE.UU.

A pesar de haber tenido una década de continuo crecimiento económico en los Estados Unidos, no todos en este país han gozado de los frutos de este logro, lejos de ello. He trabajado por diez años con familias de bajos ingresos como Director Ejecutivo de la Comisión de Niños y Familias del Condado de Alameda, y he visto con mis propios ojos la privación física y emotiva que sufren las personas que viven bajo el umbral de la pobreza. A pesar de la creencia común y los informes de los medios de comunicación, hay muchísima gente sufriendo de malnutrición, de educación pública inadecuada y de no tener acceso a la atención médica. El crecimiento de la economía en los Estados Unidos no beneficia a aquéllos que no tiene educación ni oportunidades económicas. A menudo, la gente de color y los nuevos inmigrantes no pueden compartir los frutos de la sociedad estadounidense.
La creciente inestabilidad económica requiere preparación en caso de que se empeoren las condiciones, considerando que la economía mundial puede entrar en un prolongado período de recesión o depresión. Una depresión económica conlleva un aumento significativo en el número de despidos, una reducción de ventas al por menor, la caída de los valores bursátiles, la depresión en los precios de los inmuebles y una menor recaudación de impuestos. De hecho, la mayoría de los países en vías de desarrollo están ya experimentando muchos de estos síntomas.
Un cambio de estilo de vida y en la economía le ayudarán a preparase para una vuelta de tuerca económica y generalmente lo beneficiará a usted, su familia y su comunidad, a no reparar en los altibajos económicos. Dichos cambios incluyen los siguientes:

SIMPLIFIQUE SU VIDA
* Compre sólo lo que usted y su familia necesiten. Los bienes materiales en exceso serán sólo una carga para usted. Y le restará dinero que podrá necesitar.
* Líbrese de las cosas innecesarias, que no usa y no quiera. La venta de los objetos que no necesita le ayudará a ahorrar dinero que le será útil en caso de desempleo o merma de sus ingresos.
* Dé énfasis a la felicidad que no es material y a la unión familiar. La felicidad duradera no viene de los objetos externos. El dar énfasis ahora las alegrías que no son materiales de la vida le ayudará a preparase para tiempos de escasez.

EXAMINE LAS PROFESIONES RESISTENTES A LA RECESIÓN/DEPRESIÓN

En caso de un empeoramiento económico, existen ciertas áreas que ofrecen mayores posibilidades de empleo y seguridad económica. La categoría de empleos que pueden brindar más estabilidad económica incluyen:
Empleos gubernamentales: A pesar de que habrá una merma en la recaudación de impuestos, que seguramente ocasionará enormes despidos, habrá una gran necesidad de trabajadores gubernamentales en el área de la salud y los servicios Humanos para atender el creciente número de desempleados y gente empobrecida.

Talleres de reparación: Menos gente tendrá la posibilidad de comprar automóviles, computadores, equipos de sonido, muebles, ropa y electrodomésticos nuevos. Los talleres que reparan estos artículos prosperarán como resultado.
Tiendas de segunda mano y de consignación: Los negocios que vendan cosas usadas prosperarán al haber menos personas que tengan los medios para comprar artículos nuevos. Las tiendas de consignación, donde la gente deja sus objetos para que la tienda se los venda, requieren menos inversión siendo que la tienda no tiene que comprar los objetos en venta, sino que se le paga al dueño original una vez que los objetos sean vendidos.
Educación: Mucha gente, al perder su empleo, decide volver a estudiar para especializarse en algo que tenga más demanda. Habrá necesidad de profesores y entrenadores que enseñen a los nuevos estudiantes a ganar habilidades.
Cooperativas y servicios comunitarios: Las cooperativas de productores y consumidores tendrán un gran auge cuando los agricultores busquen mejores precios para sus productos e, igualmente, los consumidores buscarán alimentos a precios más bajos. A medida que las grandes compañías entren en crisis, habrá necesidad de consultores en cooperativas para educar a los trabajadores en la autogestión y administración de sus empresas sobre bases cooperativas.
Los centros comunitarios y los programas para la rehabilitación de drogadictos, los centros de apoyo para resolver las crisis en los vecindarios, serán todos necesarios para ayudar a las comunidades a superar los tiempos difíciles.

DIVERSIFIQUE SUS POTENCIALES FUENTES DE INGRESO

Si su fuente principal de ingresos sufre durante una crisis económica, le será más fácil sobrellevar las pérdidas si Ud. tiene otras fuentes de entradas. Entre las potenciales fuentes de ingresos adicionales que Ud. puede comenzar a explorar, se hallan las siguientes:
Estudie y tome cursos para aumentar su pericia y aprender a reparar automóviles o electrodomésticos.
Consiga un trabajo de media jornada. Si usted pierde su empleo principal, un trabajo de media jornada puede convertirse en su fuente primaria de ingresos.
Sea creativo. Piense en sus pasatiempos o en cosas de su interés que podrían convertirse en una actividad lucrativa.

DESARROLLE Y FORTALEZCA SU COMUNIDAD Y PONGA SUS PRIORIDADES EN ORDEN

Las dificultades económicos pueden ser una gran oportunidad para que su familia y su comunidad se unan para sobreponerse juntos a esos desafíos. Y, a la inversa, la falta de unión puede hacer que la crisis económica se convierta en fuente de discordia y conflicto.
Sea en la familia o en la comunidad, la depresión pondrá a prueba su fuerza interior y requerirá que usted desarrolle todos sus recursos internos. Amor, compasión, equilibrio emocional, generosidad y amistad, son recursos que crecen cuando son cultivados.
Algunas personas reaccionan a los tiempos de penuria volviéndose temerosas y egoístas. Reaccionar así constituiría un perjuicio para mismo, su familia y su comunidad.
Para terminar, quiero decir que Prout es un modelo económico alternativo que busca remediar las causas subyacentes de las depresiones. Estudiando los principios de la democracia económica y planificando cómo implementar este modelo en su comunidad, su provincia o su país, usted puede contribuir a una solución que será para beneficio de todos.

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Arundhati Roy


“Otro mundo no sólo es posible, sino que ya está en camino. Quizás muchos de nosotros no estaremos aquí para saludarle, pero en un día callado, si escuchase cuidadosamente, podré oírle respirar.”